Veinte individuos, hombres y mujeres, reviven el comienzo de la guerra civil española, experimentando el temor ante los bombardeos, la violencia política, la persecución, la muerte, la cárcel, el hambre, y el día a día de la población, así como el exilio. Se consideran descendientes de la guerra, ya que mientras algunos la experimentaron con su crueldad, otros la vivieron en la lejanía, desde su partida forzosa como "niños de la guerra" hacia destinos desconocidos como México o la Unión Soviética. Coinciden en que, de alguna manera, estuvieron confinados por el conflicto de las democracias europeas contra el fascismo, primero en la guerra civil española (1936-1939) y luego en la segunda guerra mundial (1939-1945). Los relatos en este volumen se organizan en tres bloques: Por tierra, con jóvenes que participaron en el conflicto, como guerrilleros, soldados y milicianas, quienes defendieron la Segunda República y sufrieron represalias en prisiones españolas. Por mar, con los "niños de la guerra", menores enviados a otros países para protegerlos de la violencia, algunos de los cuales, como Teresa Alonso, enfrentaron adversidades como el Sitio de Leningrado y regresaron a una España hostil. Por aire, con aviadores de la Segunda República, como Gregorio Gutiérrez "Guti" o Francesc Pararols, que realizaron hazañas aéreas o se unieron al Ejército Rojo en la Unión Soviética y, tras la guerra, tuvieron que reconstruir sus vidas.